La Cámara de Apelaciones dictó la falta de mérito y ordenó liberar a Alejandro "Loquillo" Carrizo (30), al entender que no actuó como "partícipe necesario" del homicidio de la menor. Su pareja, Cristal Cardozo, sigue detenida.
La Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías dictó la falta de mérito y ordenó liberar a Alejandro “Loquillo” Carrizo (30), al entender que no actuó como “partícipe necesario” del crimen de Aldana Llera (16), la menor asesinada en diciembre del año pasado en el barrio Belgrano.
Luego de que se dictara la prisión preventiva de Carrizo y su pareja, Cristal Cardozo (21) y principal acusada de haber asesinado de un “puntazo” a Llera, la defensa del hombre apeló la medida ya que cuestionó la imputación de “partícipe necesario”.
Este cuestionamiento planteado por la defensa, es que Carrizo, al momento de que Cardozo hirió mortalmente a Llera, se encontraba peleando con la pareja de la adolescente.
Aldana Llera se encontraba en la mañana del 25 de diciembre de 2022 junto a su novio en proximidades de La Chatarrera, en Vértiz y 234, un punto de la ciudad en donde se venden estupefacientes y que suele tener personas peligrosas en sus adyacencias.
La pareja estaba allí cuando aparecieron en una bicicleta Cardozo y Carrizo, quienes les preguntaron dónde podían reparar el rodado. Sin embargo, de inmediato Cardozo empezó a increpar a Llera.
Según la acusación de la fiscal Andrea Gómez, Cardozo corrió a Aldana Llera hasta un sector en donde hay un paredón, mientras la amenazaba con un arma blanca. En tanto, Carrizo tomó un ladrillo y se trenzó en combarte con el novio de la víctima. Detrás del paredón, Cardozo atacó de manera brutal a Aldana, quien pudo correr ya herida y pedir ayuda.
Aldana fue hospitalizada con varias lesiones y poco después se comunicó su fallecimiento. Según la operación de autopsia las lesiones punzantes fueron ubicadas en diferentes regionales corporales y la herida mortal fue “una herida punzante cervical que va de arriba hacia abajo, que entró por la región cervical derecha, lesionando la arteria subclavia y atravesando el pulmón, originando una atelectasia y una grave hemorragia pulmonar, que ocasionó el deceso”.
Argumentos de la Cámara de Apelaciones
Para los jueces de la Cámara de Apelaciones “la fiscal traza su hipótesis investigativa, asignando a Carrizo el rol de partícipe necesario en el homicidio, entendiendo que el hecho de haber alejado a Serrano de su novia le impidió a éste brindarle defensa y asistencia ante el ataque de Cardozo” y concluyen que esa aseveración de la fiscal Gómez “no encuentra el debido sustento en ningún elemento obrante en el legajo, como así tampoco en la mecánica del hecho”.
Los magistrados, a raíz de estudiar el expediente, entendieron que sí surge “que fueron los hombres quienes iniciaron una confrontación -tanto verbal como física- que los llevó a aislarse del contexto, perdiendo de vista ambos a sus parejas, consecuencia propia de una reyerta intensa”.
“Como afirma la defensa, Carrizo no tuvo intención de impedir el auxilio a Llera, sino que él mismo se encontraba inmerso en una confrontación, desconociendo cuanto sucedía a su alrededor”, expresaron los jueces y agregaron que “la atribución del hecho a Carrizo, pareciera partir del imaginario fiscal construido con total desapego de los elementos de prueba colectados, extendiendo en exceso la responsabilidad por el hecho ajeno y afectando el principio de culpabilidad”.
Ante esta situación, es que los jueces de la Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías dictaron la falta de mérito y ordenaron liberar “Loquillo” Carrizo.
Carrizo seguirá imputado en la causa por el crimen de Llera, y si bien los jueces consideran que “solo” debería estar imputado por las lesiones que le provocó a la pareja de la víctima, desde la Fiscalía N° 4 sostienen que sí participó del asesinato de la adolescente.
Fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL remarcaron la complejidad y la espiral de violencia que envuelve el caso, signado por conflictos por la compra y venta de drogas. Los meses previos al asesinato, Llera se había alejado de la casa de su familia y se encontraba con su novio, en una relación en el que el consumo de drogas era constante. Una situación similar era la de Carrizo y Cardozo, quienes tenían conflictos con las víctimas precisamente por la compraventa de estupefacientes.
Carrizo registra antecedentes penales condenatorios: en 2013 el Tribunal Oral Nº 2 lo había sentenciado a 7 años y 10 meses de cárcel por tres robos agravados y una violación de domicilio, cometidos en 2012. En tanto, si bien Cardozo no tiene prontuario, es investigada por diversos conflictos vecinales violentos. Inclusive, había matado a hombre en 2019, cuando tenía 17 años, en una casa del barrio Cerrito Sur. Ese hecho ocurrió el 11 de abril de 2019 y la víctima fue Miguel Quintana (57). Tras estar un año detenida -y bajo tratamiento por sus adicciones-, la joven quedó absuelta, ya que la Justicia consideró que actuó en “legítima defensa“.